martes, 5 de junio de 2012

Ningbo, ¿la tierra prometida?



Este curso académico no ha sido muy pródigo en viajes y excursiones. Aparte de aquel puente en Wuyuan el pasado octubre, y las vacaciones de invierno , apenas he salido de Shaoxing. Ya tenia ganas de una escapada de fin de semana, así que me planté en Ningbo, a unas dos horas de tren, donde visité a mi amigo Alfonso, al que no veía desde hace un año, aquella vez en Zhoushan. La ciudad me fascinó por varios motivos, entre ellos por su gran oferta de ocio y cultural, su animada vida nocturna, su comida, la gente (por lo que vi, algo más abierta y tolerante con los extranjeros que otras ciudades), y por ser uno de los lugares más limpios que he visto desde que estoy en China. En definitiva, un lugar el cual me lamento de no haberlo descubierto antes y que no dudo en volver a visitar.




Antigua iglesia católica


Lago de la Luna (月湖, yuè hú)


Torre del Tambor (鼓楼,gǔlóu)


Zona comercial en 城隍庙 (chénghuángmiào)

Son muchos los lugares de interés que esconde Ningbo y poco el tiempo del que disponía para poder verlos todos, así que, tras una primera noche de farra, empecé mi paseo del sábado visitando el que quizás sea el principal atractivo turístico de la ciudad: el pabellón de Tianyi (天一阁, tiān yī gé), el cual se considera la biblioteca privada más antigua que existe en China. El edificio está compuesto de diversos pabellones conectados por corredores, en los que se conservan parte de las existencias literarias de su propietario y fundador, Fan Qin.. El lugar no solo es interesante por su importancia histórica sino que también acoge elegantes patios y jardines que invitan a relajarse y disfrutar del ambiente.









Aparte de visitas culturales, disfrute como un loco de las delicias culinarias que se pueden degustar en Ningbo. Debido a su proximidad al mar, el producto estrella es el marisco, el cual se puede encontrar en cualquier restaurante a buen precio, muy fresco y delicioso. Para los amantes de la comida callejera, existe una especie de mercado llamado 老庙小吃 (lǎo miào xiǎochī), con puestos donde se puede encontrar una variada oferta de “tapas” y pinchos de pescado y marisco, además de los clásicos baozi, jiaozi, tallarines y demás. También es de destacar la marcha nocturna que existe en Ningbo, con bares repletos cualquier día de la semana. Yo estuve en algunos de la zona conocida como Waitan (外滩), frecuentada mayormente por extranjeros, nada que ver con lo que se suele ver en cualquier pub de Shaoxing.








Una de las calles de Waitan

Fue breve pero intenso. Ningbo ya era uno de los lugares que tenía en mente en el caso de cambiar de ciudad, y tras esta visita se ha convertido en uno de los favoritos, junto a Beijing y Hangzhou. Espero que el próximo semestre tenga más suerte que éste a la hora de encontrar trabajo, y pueda hacer este deseo realidad.

Os informo que quizás esta sea la última entrada escrita en suelo chino en este curso académico. A pesar de haber ya acabado casi las clases, aún me quedan los exámenes finales y la posterior corrección, aparte de un par de visitas durante las próximas dos semanas y despedidas y tramites de última hora varios. Para cuando tenga un rato libre ya estaré comiendo salmorejo.

Algo de léxico:
El nombre de Ningbo está formado por los caracteres 宁 [níng], que significa “tranquilo”, y 波 [bō], que quiere decir “ola”.
viajar: 旅行 (lǚxíng)
excursión: 游览 (yóulǎn)
tiempo libre: 空闲时间 (kòngxián shíjiān)
marisco: 海味 (hǎiwèi)


"La vida se domina sonriendo, o no se domina."

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